Efecto de los Nano5g cuando ocupan el alma humana

El libro de Job nos da muchas enseñanzas y principios de la guerra espiritual que lidiamos en este último y tiempo. En su desafío a Dios, Satán presenta un alegato. A través de los años el enemigo ha estado auscultando al hombre en sus puntos fuertes y débiles. Y uno de ellos ha sido el bienestar del cuerpo, la salud.  ⁴Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Job 2:4.

Esta es la última batalla contra la humanidad: la salud del cuerpo. Satán ha comenzado una negociación peligrosa. Los últimos hallazgos de avance tecnológico y científico son espantosos. Una salud futurista cargada de promesas de inmortalidad donde las enfermedades serán erradicadas a través de la intervención médica con medicina nanotecnológica. Nanobots (robots microscópicos) que irán a las células afectadas y las regenerarán.

¿Pero a precio de qué? ¿Cómo negociará la humanidad en el tiempo final la salvación de su alma?  Piel por piel: Bebés abortados cuyas células son usadas para vacunas, cosméticos contra el envejecimiento, tratamientos, etc. Trasplantes de órganos sacados de cuerpos con vida. Ya es un hecho, pero la voz de cientos de médicos ha sido acallada, que no existe lo que llaman muerte cerebral. Hay que sacrificar una víctima, un ser humano creado a imagen y semejanza de Dios para que otro pueda beneficiarse de sus órganos. Introducción de nanobots en el cuerpo, etc., etc.

La última movida de Satán sellará la suerte de la humanidad en un pacto irrevocable: Piel por piel. Ni aun la poderosa sangre de Cristo nulificará este pacto satánico. Este pacto es una parodia burlesca de la Santa Cena donde el pan y el vino se convierten en una simbología que nos une a Jesús en cuerpo, alma y espíritu, pues comemos su cuerpo y bebemos su sangre.

Pero este pacto entre la serpiente y la descendencia humana será lo que por más de 2000 años ha sido profetizado. El Espíritu Santo de Dios nos lo anticipó, no como una predicción sino como una advertencia. Está siendo ya ventilado a través de todos los medios como advertencia de vida o muerte: LA MARCA DE LA BESTIA.

A Satán le ha tomado años, largos años para llegar al lugar donde nos hallamos en este momento. Un momento crucial, un momento de vida o muerte. Un momento que decidirá el fin de cada ser humano que respira en el planeta. Han sido años de mentiras, engaño, falsificación de datos, manipulación de eventos; años de torcer la historia, de adulterar la verdad y seducir al humano. Ha sido una seducción paulatina, sin mucha coerción, cargada de pompa y entretenimiento. Pero a través de esos años de oscuridad y falsedad, un hilo de luz se ha mantenido inalterable. Ese hilo de luz es sostenido por un acto de misericordia divina y ha llevado y llevará a cada ser humano a ejercer su capacidad volitiva y de libre elección. Porque la verdad de Dios siempre ha brillado y brilla en esta hora oscura. Una hora de decisión. O vivimos por la fe o vivimos por los argumentos del mundo.

La Biblia nos habla del poder de la fe: Vence al mundo, mueve montañas, resucita el cuerpo muerto, da vida y es lo que agrada a Dios. Los argumentos del mundo que incluye todo lo que se mueve en este sistema, crean enemistad con Dios, es adulterio espiritual, es fornicación espiritual, es desviarse de la verdad, es negar la fe.

Por casi ocho años he sido introducida a un desierto. En los desiertos solo se oye el sonido del viento por momentos esporádicos. No hay ruidos. No hay sonidos, solo sol y calor por el día y frío por las noches. Dios mete a sus hijos en desiertos para refinarlos, prepararlos y que no haya obstrucciones para oír su voz. Es lo que nos dice Oseas 2:14: Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

Estos son desiertos espirituales donde no hay iglesia, no hay compartir, nadie nos llama, donde los amigos se vuelven extraños y se van y nos dejan. En fin, quedamos enclaustrados en un insensible anonimato, lejos del ruido mundanal, casi lejos de la vida misma.

El desierto espiritual es un lugar inhóspito de burlas, chismes, malos entendidos. Allí se pierden amigos de toda una vida. Es una larga estadía en hospitales o cárceles. Es como si se dejara de existir. A través de estos desiertos Dios separa a sus hijos de trabajos y seres familiares, aun de hermanos en Cristo. ¿Por qué? Porque es como mejor se puede mantener intacto ese hilo de comunicación y así poder oír lo que el Espíritu quiere decirnos. Así es como las opiniones propias quedan relevadas y brilla la verdad de Dios. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. Juan 12:2. Muriendo se vive y el ambiente que nos rodea adquiere un colorido diferente.

Los grandes propósitos de Dios no salieron de los hermosos palacios ni de las suntuosas universidades, ni aun de los renombrados seminarios teológicos. El grandioso propósito de Dios vio luz en un sencillo pesebre. Y esta viendo luz en almas desoladas, en la escoria del mundo, en el desecho de la sociedad, 1 Cor. 1:27; 1 Cor. 4:13.

Durante estos ocho años mi oído espiritual se ha agudizado y un mensaje contundente, y más que contundente inminente, suena como una trompeta de alarma, como un llamado a redoblar esfuerzos en la oración, en el ayuno, lectura bíblica y búsqueda profunda de Dios. Un llamado a mirar y hacer de la fe la brújula de mi caminar. Es un llamado a la separación. No una separación en el contexto tradicional del seguidor de Cristo que conocemos. Es una separación a salir del sistema, a no depender de un medicamento, a no depender de una cita médica o de un resultado de laboratorio. A prescindir del beneficio del dinero y fortalecer ese sentido de dependencia absoluta en la provisión de Aquel que dijo “no te dejaré ni te desampararé”. Heb. 13:5.

Sé que muchos ya están diciendo “esto es imposible”. Pero así vivieron los que abiertamente siguieron a Cristo a través de las edades, especialmente los del tiempo de Jesús cuando eran expulsados de la Sinagoga. Ser expulsado de la Sinagoga equivalía la castración social. Nadie podía hablar al expulsado ni aun saludarle. Nadie podía darle albergue ni venderle ni rentarle casas. No podían venderle comida ni beneficios de ninguna clase. Equivalía perderlo todo. Y es hacia este punto que el Espíritu Santo está dirigiendo a la Novia del Cordero del tiempo final.

Leí la siguiente visión que tuvo esta persona. Es la manera en que la misericordia de Dios nos cubre mostrándonos la maldad de la mentira llamado “sistema”, “mundo”. Dios nos muestra la tiniebla que se mueve detrás de este sistema para que fortalezcamos nuestra fe, pongamos nuestros ojos en la ciudad eterna de gloria e intentemos llegar a la cúspide de la absoluta dependencia de Jesús. De que somos uno con Jesús, de que su reino no es de este mundo. Y como su reino no es de este mundo, nosotros tampoco somos de él. El mundo nos aborrecerá como lo aborreció a Él.

El presente sistema tecnológico se ha amalgamado a la ciencia de la medicina con un fin específico: llegar al alma y desde allí al espíritu. ¿Cómo puede un ser humano comunicar con Dios si no es a través de ese ente llamado espíritu? Este es el objetivo del transhumanismo, encarcelar el espíritu dentro de una cárcel cibernética. Dentro de una cárcel de chips, alambrado electrónico, custodiado por nanobots (robots microscópicos). El objetivo es que todos sean un componente de la nube de la internet (cloud).  Los resultados serán catastróficos.

Conforme a la profecía, habrá una catástrofe que llevará a un juicio donde todos los desobedientes serán lanzados a un lago de fuego. El Padre ya nos había hecho saber que no mezclarían. Y aunque Satán ha luchado por adulterar la verdad bíblica, Dios ha preservado la versión bíblica del 1909 que dice: Cuanto á aquello que viste, el hierro mezclado con tiesto de barro, mezclaránse con simiente humana, mas no se pegarán el uno con el otro, como el hierro no se mistura con el tiesto. Daniel 2:43

Revelación recibida por Moriah el 28 de octubre 2020  6:25pm

En junio de 2018 yo recibí una larga y abarcadora visión sobre los efectos del implante de micro/nanobots en el cuerpo – sin una pared de fuego de protección – entre el tráfico IOT [internet de los objetos] y mi persona. Iba y venía durante las horas que estuve despierta durante un periodo de tres días, y fue absolutamente aterrador.

Años más tarde no puedo evitar preguntarme si los seres humanos que están empujando este tipo de comercio y control matriz tienen conciencia de cuánta maldad esto arrojará sobre la tierra. Hasta creo que muchos de aquellos que están en la cima de este sistema no están al tanto de su potencial destructivo en toda la humanidad. A veces pienso que solo aquellos que ya están bajo condenación son los únicos que pueden desear algo así.

He reflexionado sobre esto durante muchas ocasiones por una comprensión personal, hasta recientemente, que vi al CEO de Google establecer que su tatuaje nanodot contendrá una tecnología la cual a través de un “tinte” podrá leer, grabar y transmitir información de las funciones del cuerpo.

Algunos meses atrás, mientras me despertaba durante la mañana escuché del Espíritu una palabra: Cadmio. La busqué y descubrí que es un metal tóxico para los humanos.  No internalicé su significado hasta que eventualmente aprendí que este metal sería usado como “tinte” – en conjunto con hidrogel administrado previamente en un tatuaje. 

Esto se auto replicará y ensamblará, creando un andamio dentro del cuerpo para conectar los humanos a la cadena modulada de la internet. Todo este tipo de comunicación es facilitado en forma inalámbrica por una repugnante caja de control microonda 5g, sobre el cual todos hemos leído. 

Ahora la visión que tuve en 2018 tiene sentido. Me fue mostrado que el IOT o “la internet de los objetos” o internet de las cosas tiene un molestoso y enloquecedor sonido, su propia música.  Es el constante tintineo, zumbido, sonido y ronroneo de todas estas cosas eléctricas e inalámbricas corriendo al mismo tiempo. Es el sonido de todo el tráfico de la internet y nunca se detiene.

En mi visión, parecía que esto era más y más invasivo mientras pasaba el tiempo. El ritmo perturbador llenó mi mente y mi cuerpo pues emanaba de mi interior a la misma vez que me convertía en parte de ello. No tenía paz ni había escapatoria. Sentía como si estuviera enchufada a la estratosfera en frecuencia doble y como si fuera a tener un ataque del corazón. Era algo tan aterrorizante que comencé a llorar.

Si esta visión que tuve ocurriera en la realidad, se me hace difícil entender cómo la mente humana o la mente de algún ser que tenga vida podría adaptarse a esto. En un momento dado, toda la empatía y compostura quedaría desintegrada convirtiéndose en un obsesionado al ser invadido.

Por favor, oremos cada uno por la herencia de Jesucristo y por todos aquellos que llegarán a nuestro precioso Rey y Salvador durante aquella terrible tribulación de las almas.