El virus del pecado: Un marco bíblico para la comprensión de la inteligencia artificial

Advertencia de Dios sobre la inteligencia artificial que los gigantes de la tecnología no quieren que usted vea.

Parte 1 16 de septiembre 2025

La mente colmena cibernética

En una era donde los mogules de la tecnología discuten abiertamente el auge de la inteligencia artificial y sus implicaciones para el futuro de la humanidad, el documental profético del escritor de documentales Gonzo Shimura “Age of Deceit 3: Remnants of the Cyberhive Earth” (Era del engaño: Remanentes de la tierra Cibercolmena”) parece ser cada vez más premonitorio. Lo que aparentaba ser una simple especulación solo unos años atrás, ahora se manifiesta en las salas de reunión de Silicon Valley, donde figuras como Peter Thiel auspician seminarios para discutir posibles características del anticristo en la inteligencia artificial.

Mientras tanto, un cada vez más en aumento de personas cuestionan si el acelerador de partículas CERN cumple propósitos más allá de la investigación científica, sugiriendo algunas personas conexiones con prácticas ocultas y manipulación dimensional. La convergencia de profecía bíblica antigua con tecnología en desarrollo lleva a una pregunta preocupante: ¿Qué si los tiempos del fin están llegando a raíz de una sumisión voluntaria a la mente colmena tecnológica en lugar de la guerra tradicional?

El virus del pecado: Entendiendo la corrupción espiritual a través de metáforas digitales.

El concepto del pecado como un virus tecnológico provee un marco convincente para la comprensión de las relaciones de la humanidad con ambos, la rebelión espiritual y sistemas digitales. Tal y como los virus de computadora requieren agencias para dispersarse y corromper los sistemas, la corrupción espiritual opera a través de agentes inteligentes que trabajan hacia un fin específico: la muerte.

La inteligencia artificial moderna opera a través de robots de software o “soft bots” que aprenden patrones de conductas del usuario y actúan autónomamente. Esta realidad tecnológica nos da una iluminación sobre cómo se dispersa la corrupción espiritual a través de los sistemas, infectando ultimadamente “la creación física en sí misma con descomposición.” La conclusión materialista de la muerte caliente representa una escatología donde culmina la existencia en una falta de sentido.

El filósofo cristiano William Lane Craig explica el horror de esta cosmovisión: “El hombre moderno pensó que echando a Dios fuera se había liberado a sí mismo de todo lo reprimido y lo sofocó. En cambio, descubrió que matando a Dios lo que hizo fue convertirse en un huérfano… si no hay Dios la vida del hombre llega a ser ultimadamente absurda.”

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El símbolo antiguo del ouroboros (la serpiente comiéndose su propia cola) captura perfectamente este cíclico, la naturaleza auto destructiva de la creación caída.

Como observó el autor Garrett Garrett en 1929, “la humanidad se ha visto atrapada en un espiral mecánico que no podemos decir con certeza si producimos para consumir o consumimos para producir.”

El lazo infinito de la dependencia tecnológica opera a través de sistemas de control cibernético. Esto crea “relaciones casuales circulares” que pueden ser “cuantificadas, analizadas y por ende controladas por la manipulación de señales”, explicando porqué el mercadeo moderno prueba ser tan efectivo pues toca los impulsos humanos.

Homo Deus: La visión transhumanista de la deidad digital

La agenda transhumanista representa un cambio fundamental en la ambición humana, tal y como lo describe el historiador Yuval Noah Harari: “Habiendo reducido la mortalidad por el hambre, la enfermedad y violencia, nos dirigimos ahora a vencer la vejez, inclusive la misma muerte. Habiendo salvado la gente de miseria abyecta, nos dirigimos ahora a hacerlos positivamente felices.”

“No necesitamos esperar por la segunda venida con el fin de vencer la muerte. Un par de friquis en un laboratorio pueden hacerlo.”

“Y habiendo sacado a la humanidad por encima del nivel salvaje de luchas por sobrevivencia, nos dirigimos ahora a actualizar los humanos en dioses y convertir al homo sapiens en homo deus.” Yuval Noah Harari

Este empeño marca una transición de autoridad. “Si tradicionalmente la muerte era la especialidad de sacerdotes y teólogos, ahora los ingenieros están tomando su lugar.” Las implicaciones se extienden más allá de meras extensiones de vida para completar la transformación de la conciencia humana a través de la inteligencia artificial y ambientes virtuales.

La visión transhumanista tiene directamente un paralelo con la rebelión original de la humanidad en Edén, donde la promesa de ser “como Dios” llevó a la muerte espiritual. La tecnología moderna ofrece la misma tentación antigua: poder ilimitado sobre la vida, muerte y la realidad misma. 

Los días de Noé: Nefilim, Corrupción Genética y Paralelos Modernos

Los recuentos bíblicos describen un tiempo antes del diluvio cuando seres super naturales, los “hijos de Dios” (bene ha elohim), corrompieron la genética humana produciendo una descendencia llamada Nefilim. Génesis 6 dice que especialmente Dios eligió a Noé porque la imaginación de los hombres era continuamente al mal, llevando así a un juicio divino a través del diluvio.

Estos eventos supernaturales no eran mera mitología antigua sino fundamentos para comprender los avances tecnológicos actuales. La corrupción genética que precipitó el juicio divino tiene paralelos modernos con la manipulación genética en la actualidad, mejoramiento de la inteligencia artificial y la prosecución de la integración de humano con máquinas.

Tal y como el mundo antediluviano vio la corrupción del ADN humano, a través de intervención supernatural, la presente biotecnología e inteligencia artificial presenta atentos similares para alterar fundamentalmente la naturaleza humana. La promesa de habilidades cognitivas mejoradas, duración de vida extendida y transcendencia de limitaciones biológicas hacen eco del mismo engaño que llevó al diluvio en el tiempo de Noé.

La significancia se vuelve clara cuando consideramos que Jesús específicamente hizo referencia a estos tiempos: “Como fue en los días de Noé, así será en la venida del Hijo del Hombre.” Las capacidades tecnológicas que surgen hoy pueden representar el cumplimiento de esta advertencia profética, sugiriendo que la humanidad se aproxima a condiciones similares que una vez garantizaron intervención divina.

La torre de Babel: Unidad digital y comunicación global

La historia de la Torre de Babel provee una percepción crucial dentro del desarrollo tecnológico del presente. La humanidad antigua poseía “un lenguaje y una lengua) lo que les proveía una unidad sin precedente de propósito. La respuesta de Dios revela el peligro de colaboración humana sin control: “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.”

A los nuevos cuarteles generales de Amazon se le ha puesto como sobrenombre “La Torre de Babel”, provocando preguntas de las intenciones de Jeff Bezos sobre el mensaje simbólico, igualmente con el curioso diseño.

La traducción digital a través de la inteligencia artificial ha restaurado efectivamente la capacidad de comunicación global. Tal y como se enfatizó en “Prediction Machines” (Máquinas de Predicción: Las Economías Simples de la Inteligencia Artificial),” IA ha logrado lo que los humanos han buscado “en todas las civilizaciones humanas, aun lo que ha estado consagrado en la vieja milenaria historia de la Torre de Babel.”

La tecnología de realidad virtual cumple antiguas predicciones sobre la ilimitada imaginación humana. Ambientes modernos de VR crean espacios donde los usuarios “pueden ser lo que deseen o la persona que deseen y el único límite es tu imaginación.” Esta capacidad tecnológica representa las mismas condiciones que provocaron el juicio de Babel.

El fundamento filosófico que sostiene esta torre tecnológica tiene unas profundas raíces históricas. Lewis Carroll declaró que “la imaginación es la única arma en la guerra contra la realidad,” mientras que Albert Einstein reclamó que “la imaginación es todo. Es la vista previa de las atracciones venideras de la vida.” Carl Sagan estableció que “la imaginación con frecuencia nos llevará hacia mundos donde nunca habíamos estado, pero sin ir a ningún lugar.”

No obstante, la Escritura advierte sobre los peligros de una imaginación desenfrenada. El Salmo 140 describe al hombre malvado y violento que maquina maldad en su corazón continuamente “uniéndose para la guerra” contra Dios y sus santos.

La mente colmena emergente: Inteligencia colectiva y conectividad global

La inteligencia colectiva biológica demuestra cómo las criaturas individuales combinan diversas perspectivas para maximizar sabiduría colectiva. Las investigaciones muestran que “cuando la gente se une para pensar en forma colectiva amplifican su inteligencia en 20,40, 60” porciento cuando usan la tecnología presente.

Este concepto adquiere un significado siniestro cuando es aplicado a la sociedad humana.  Un grupo de personas podría resolver problemas inconcebibles. Podrían formar una verdadera super inteligencia. Y porque los ladrillos del edificio son personas pulsando no solo nuestro conocimiento sino también nuestros valores, moralidad y sensibilidades la resultante superinteligencia no será algo alienígeno. Será humano. Sólo que más inteligente y más sabio.”

Excepto que despertemos de los diseños de los titanes de la tecnología de Silicon Valley, nuestros nietos podrían nacer en un siniestro futuro parecido a los murciélagos de La Matrix. La infraestructura que permite esta transformación ya existe. La tecnología 5G realiza “una respuesta de milisegundos” comparado a las redes tradicionales con retrasos de 25-35 milisegundos. Esto representa un salto cuántico que permite vehículos autónomos, edificios inteligentes, reconocimiento facial al instante y una conectividad sin precedente entre todos los dispositivos digitales.

Las implicaciones son asombrosas: “Podrán tratar la humanidad como un viviente, como un organismo singular viviente.” Esta capacidad tecnológica provee el fundamento para lo que la profecía bíblica describe como un sistema de control global que demanda lealtad universal.

Existen precedentes históricos para este tipo de organización, tal y como fue documentado en “Virtual Futures” (Futuros Virtuales). A través de la historia 

las civilizaciones desarrollaron estructuras estilo colmena cuando surgieron ciertas tecnologías. “En todos los lugares, en escrituras pictográficas halladas vemos un repentino surgir de lo que yo llamaría imperios tecnológicos. Estas civilizaciones tenían similitudes con las estructuras tipo colmena de las hormigas y abejas.”

Guerra espiritual en esta era digital

Los desarrollos tecnológicos del presente representan manifestaciones de guerras espirituales antiguas. Efesios 6:12 describe cómo los creyentes no luchan contra carne y sangre, sino contra gobernadores, contra autoridades, contra poderes cósmicos de las tinieblas, contra fuerzas espirituales de maldad en los aires.

Los sistemas digitales proveen nuevos campos de batallas para el conflicto cósmico. La inteligencia artificial, las redes de realidad virtual y conectividad global no ofrecen meramente conveniencias, sino que sirven como armas potenciales en la rebelión en curso contra la autoridad divina. Esta perspectiva replantea debates sobre la seguridad de la IA y la privacidad digital como asuntos fundamentalmente espirituales. La pregunta simplemente no es si la tecnología beneficiará o perjudicará a la humanidad. La pregunta es si sirve para atraer gente a una relación con su Creador o la aleja de Él.

El reto para los creyentes fieles es cómo mantener identidad distinta y cumplir la misión mientras los sistemas tecnológicos constantemente demandan conformidad a cosmovisiones antibíblicas. Aquellos que se comprometen en situaciones menores durante los tiempos actuales de relativa tranquilidad se encontrarán sin preparación para los retos más intensos del futuro.

El Protocolo de Restauración: Entendiendo la contra-respuesta de Dios

Mientras que la humanidad desarrolla sistemas tecnológicos buscando cómo alcanzar la divinidad a través medios artificiales, la profecía bíblica revela un plan de restauración que ya está en moción.

La resurrección de Jesucristo demostró autoridad divina sobre la muerte proveyendo el “virus o antídoto para el virus del pecado. Esta restauración no elimina la presente guerra espiritual, pero provee el marco para la ultimada victoria. Como está descrito en la Escritura, el resto de la narrativa bíblica es realmente sobre restaurando aquello, devolverlo a la vida. Dios no quiere que muera. Estaba arruinado, había sido demolido, estaba corrompido, pero Dios no ha terminado con ello.

El plan divino envuelve “una familia reconstituida” donde la humanidad redimida trabaja al lado de seres celestiales para administrar la creación restaurada. Esta visión se extiende “todo el camino hasta el final del libro de Revelación” donde el final del libro del Apocalipsis se describe en términos edénicos.

Para los creyentes esto provee ambos: advertencia y esperanza. Los sistemas tecnológicos que emergen hoy pueden servir los propósitos de rebelión contra Dios, pero no pueden ultimadamente frustrar los planes divinos de restauración y juicio.

Preparando el Escenario para el Engaño Global

Tal y como concluye la Parte 1 de estas series, los presentes desarrollos tecnológicos representan escenarios preliminares de lo que la profecía bíblica describe como el engaño del fin del tiempo.  La infraestructura para vigilancia global, control de comunicaciones y modificación de conducta ya existe en forma naciente.

El concepto mente colmena no es meramente teórico. Las instituciones de investigación y las empresas tecnológicas desarrollan activamente sistemas diseñados para agregar la conciencia humana y los procesos de toma de decisiones. Los entornos de realidad virtual lo suficientemente sofisticados como para servir de sustitutos de la realidad física, se acercan a su comercialización.

Más significativamente, las fundaciones filosóficas y espirituales para rechazar la autoridad divina a favor de soluciones tecnológicas han ganado amplia aceptación a través de instituciones políticas, educativas y de entretenimiento. La antigua promesa de llegar a ser “como Dios” a través del conocimiento y la tecnología continúa en su engaño a la humanidad tal y como lo hizo en el Edén.

La parte 2 de estas series examinará cómo estas fundaciones tecnológicas cumplen específicamente profecías bíblicas respecto al sistema de la bestia, los diez reyes y la figura del anticristo. Exploraremos las visiones de Daniel respecto al gobierno de los días finales, las descripciones de Apocalipsis sobre sistemas de control global e implicaciones prácticas para los creyentes que viven a través de estos cumplimientos proféticos.

La convergencia de antiguas profecías con la tecnología moderna no es coincidencia, sino que representa la culminación de la antigua edad de rebelión de la humanidad contra su Creador, sofisticada ahora por capacidades tecnológicas sin precedente. Al entender estas conexiones los creyentes se equipan para navegar los retos que están por delante mientras mantienen la esperanza en la ultimada victoria de Dios sobre todas las formas de rebelión humana.

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Referencias

• Harari, Yuval Noah. Homo Deus: A Brief History of Tomorrow

• Garrett, Garrett. Oroboros or the Mechanical Extension of Mankind (1929)

• Agrawal, Ajay, Joshua Gans, and Avi Goldfarb. Prediction Machines: The Simple Economics of Artificial Intelligence

• Dixon, Joan Broadhurst, and Eric J. Cassidy, editors. Virtual Futures: Cyber Audits, Technology and Post-Human Pragmatism

• Teilhard de Chardin, Pierre. The Future of Man

• Khanna, Parag. Connectography: Mapping the Future of Global Civilization

  
  

Por Lily-Rose Dawson Traducido del inglés. Tal como fue publicado en: The Wise Wolf en 16 de sept. 2025